El impacto de la fiscalidad en el fútbol profesional
Que el fútbol se ha convertido en una actividad económica en el S. XXI es una realidad. Prueba de ello es la importancia que tiene este sector en España desde el punto de vista económico al representar el equivalente al 1,44% del PIB, generar más de ciento noventa mil puestos de trabajo y más de ocho mil trescientos millones de euros en impuestos a las arcas públicas en España. Sólo en la temporada 2021-2022, el fútbol profesional generó en nuestro país 18.350 millones de euros, contabilizando los efectos directos, indirectos e inducidos, según refleja este informe de KPMG sobre LaLiga.
Una cuestión que es objeto de debate de forma recurrente y que guarda una estrecha relación con la economía del fútbol a nivel internacional es la legislación fiscal que debe aplicarse a los deportistas profesional que proceden del extranjero.
En España, el Presidente de LaLiga ha manifestado en innumerables ocasiones la necesidad de implementar políticas fiscales más beneficiosas que permitan mejorar la competitividad del fútbol español ante la huida de talento hacía países terceros. En este sentido, España es el país de la Unión Europea que peores condiciones ofrece fiscalmente hablando, lo que provoca que muchos futbolistas acaben recalando en países de nuestro entorno.
En las últimas semanas ha sido objeto de actualidad que el gobierno italiano ha decidido no prorrogar las medidas fiscales que resultaban aplicables a los deportistas profesionales extranjeros, con el importante impacto que ello supone dentro del país transalpino.
Por ello, el debate está servido en cuanto a si los gobiernos deben promulgar ciertos incentivos fiscales más favorables para este tipo de trabajadores o si, por el contrario, tienen que pagar el tipo correspondiente de conformidad con sus ingresos, al igual que los demás contribuyentes.
Decreto Crescita: el fin del paraíso italiano para los futbolistas extranjeros
El nuevo año ha comenzado con enorme polémica para todos los stakeholders del fútbol italiano. El Gobierno ha decidido no prorrogar el “Decreto Crescita” y ello implica unas graves consecuencias que amenazan la competitividad del fútbol italiano.
La gran causa del resurgir del fútbol italiano ha sido la ambiciosa reforma fiscal que entró en vigor el 30 de abril de 2019 y que provocó un éxodo de deportistas hacia el país vecino con la finalidad de recuperar el protagonismo perdido a nivel europeo.
A través del citado Decreto se permitía una gran rebaja en materia de impuestos para el jugador fichado, que sólo pagaba el IRPF correspondiente al 50% de su salario, lo que suponía un gran aliciente que traspasaba lo estrictamente deportivo.
Para que el jugador pudiera obtener el beneficio fiscal tenían que cumplirse tres requisitos: i) haber residido en el extranjero durante los dos períodos impositivos anteriores al traslado a Italia, ii) permanecer en Italia durante dos años después del traslado de residencia -lo que obligaba a la firma de un contrato de dos años- y iii) ejercer la actividad laboral principalmente en Italia.
Potencias futbolísticas como Cristiano Ronaldo, Matthijs de Ligt o Romelu Lukaku se beneficiaron del paquete de reformas introducido por el gobierno italiano para volver a convertirse en uno de los mayores referentes competitivos del fútbol europeo. Sin embargo, esta reforma no solo afectó al fútbol profesional si no también a otras modalidades deportivas, y provocaron la llegada de referentes como Sergio Rodríguez o Ettore Messina en el baloncesto.
Sin embargo, la entrada en vigor el 1 de enero de 2024 de una nueva normativa ha provocado la exclusión de los deportistas de los beneficios fiscales que ostentaban hasta la fecha, a pesar de que se han mantenido las políticas fiscales a trabajadores que reúnan los requisitos de alta cualificación o especialización.
El nuevo escenario ha provocado que la Liga Italiana emitiese un duro comunicado mostrando su “sorpresa y preocupación” sobre la eliminación de una medida que “derivará en una menor competitividad de los equipos“.
Además, se han producido numerosas críticas de representantes de clubes deportivos ante esta polémica decisión por la necesidad de ajustar sus cuentas por el impacto que supondrá la pérdida de este beneficio fiscal en sus presupuestos. Téngase en cuenta que futbolistas recién incorporados como Christian Pulisic, Marcus Thuram o Housem Aouar estarán sujetos a la nueva fiscalidad.
Andrea Abodi, ministro para el deporte italiano, en un intento por prorrogar el régimen fiscal para los deportistas extranjeros intentó convencer al ejecutivo especificando los beneficios que había dado hasta ahora esta normativa al fútbol italiano destacando, entre otros, que tres equipos italianos llegaron a la final de las copas de Europa (Inter de Milán en Champions; Roma en Europa League, y Fiorentina en Conference League) y que en 2023-24 sólo hay cincuenta futbolistas extranjeros sujetos a este régimen, frente a un total de 653 jugadores en la Serie A.
En definitiva, la Serie A resaltaba que el régimen fiscal se ha aplicado de forma limitada y que su desaparición supondrá más de 150 millones en impuestos adicionales para los clubes italianos.
Sin embargo, la nueva reforma fiscal ya ha entrado en vigor, lo que provocará que el futbol italiano perderá competitividad a partir de la próxima temporada. Ante este escenario, el fútbol italiano deberá buscas nuevas armas y/o herramientas para intentar continuar los buenos resultados deportivos conseguidos hasta la fecha.
Ley Beckham: la normativa fiscal que provocó la llegada de talento extranjero a España
Lo sucedido en el país italiano recuerda a la situación fiscal que afectó a España y a la que con relativa asiduidad hacen referencia representantes del fútbol español. La conocida como Ley Beckham, por el famoso jugador inglés que fichó por el Real Madrid, provocó que Hacienda incorporase el término impatriado con la finalidad de proteger a una serie de trabajadores extranjeros cualificados que, pese a residir en España, se beneficiarían de la fiscalidad aplicable a los no residentes.
El objetivo no era otro que estimular la economía española y atraer talento científico y empresarial de países terceros. Esta regulación fiscal más beneficiosa fue aprovechada por los futbolistas profesionales procedentes del extranjero.
En síntesis, esta ley permitía que deportistas profesionales procedentes del extranjero pudiesen tributar solo por rentas obtenidas en España y al tipo reducido de no residentes (24% en 2015), frente a tributar como residentes por renta mundial y a los tipos progresivos, siendo el marginal del 45% (47% en 2015).
Que un deportista extranjero tuviese que pagar al fisco la mitad que uno nacional provocó que se modificase la citada normativa con la finalidad de evitar que los deportistas extranjeros se viesen beneficiados en detrimento de compañeros de profesional nacionales.
En un primer momento se decidió mantener la Ley Beckham pero sólo sería aplicable para extranjeros que ganasen hasta 600.000 euros anuales. Por tanto, se encarecieron las incorporaciones de grandes estrellas por parte de entidades deportivas españolas eliminando la ventaja competitiva que tenían frente a entidades extranjeras.
Sin embargo, el 1 de enero de 2015, una nueva reforma entró en vigor y de forma definitiva excluyó de este régimen a las contrataciones de deportistas profesionales a pesar de que continúo siendo aplicable a otro tipo de trabajadores que se desplazasen a España a prestar sus servicios.
Desde hace años, son numerosas las voces que exigen al Gobierno retomar aquel régimen para equilibrar la competitividad de los equipos españoles con los europeos.
Los clubes son los grandes perjudicados, y es que a las condiciones más desfavorables desde un punto de vista fiscal en comparación con los países de nuestro entorno, hay que añadir una rigurosa normativa de Control Económico, todo lo cual limita todavía más la posibilidad de incorporar talento extranjero a la competición doméstica.
Conclusiones
Los estados, a través de sus políticas fiscales, tienen una enorme incidencia dentro del fútbol profesional y las medidas que adopten pueden posibilitar que los clubes de fútbol se vuelvan más competitivos que los de países vecinos. No obstante, estas medidas deberán cumplir las disposiciones contenidas en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea a los efectos de que no sean consideradas como una ayuda estatal.
Que grandes nombres estén presentes en campeonatos nacionales implica que los derechos audiovisuales se revaloricen y que los clubes puedan seguir aumentado sus ingresos por esta partida que tanta importancia ha adquirido dentro de sus presupuestos.
Por ello, reformas fiscales como la promulgada por el gobierno italiano tendrá un enorme impacto no solo en su país, sino en el panorama internacional, ya que al ser el país menos atractivo fiscalmente para los futbolistas extranjeros, aumentará el valor de opciones como la liga española, la alemana o la británica.
No obstante, siempre existirá un polémico debate en torno a si se deben existir o no medidas fiscales más beneficiosas para atraer talento futbolístico extranjero. Por un lado, existe una corriente que concluye que reformas fiscales mas favorables benefician al país de forma directa porque permite ingresar mayores impuestos al aumentar el número de contribuyentes de rentas altas y, por otro lado, los que defienden que los futbolistas tienen que tributar conforme su capacidad económica sin existir diferenciación con ciudadanos nacionales.
Pablo Torras
Abogado y alumni del Máster Internacional en Derecho del Fútbol